El pinball 3D del cadete espacial tuvo un fallo que lo hizo correr a una tasa absurda

En el mundo de los videojuegos, ciertos títulos dejan una huella indeleble en la memoria de los jugadores, y uno de ellos es Space Cadet 3D Pinball. Lanzado en 1995 como parte de Full Tilt! Pinball, este juego de pinball no solo era innovador por sus mesas en 3D, sino también por la historia que lo rodea. Recientemente, el ex ingeniero de Microsoft, Dave Plummer, reveló un curioso error en el juego que logró pasar desapercibido durante mucho tiempo. A través de su canal de YouTube, Plummer compartió detalles sorprendentes sobre este bug que cambió radicalmente la experiencia de juego.

El Bug Inesperado de Space Cadet 3D Pinball

Cuando Plummer portó Space Cadet 3D Pinball de Windows 95 a Windows NT, tuvo la habilidad de crear un nuevo motor de juego que debía replicar la experiencia original. Sin embargo, este nuevo motor contenía un bug que le permitía «dibujar cuadros tan rápido como pudiera». Originalmente, el juego funcionaba a un rango de 60-90 fps en una máquina con un procesador MIPS R4000, pero en sistemas más avanzados, la velocidad se disparó hasta 5,000 fps. Este error causó que el juego, en máquinas de múltiples núcleos, utilizara un núcleo completo solo para ejecutar el pinball, creando una experiencia surrealista y poco jugable para los usuarios.

La Solución y Reflexiones sobre el Error

Afortunadamente, otro ingeniero de Microsoft, Raymond Chen, se encargó de solucionar el problema implementando un limitador de tasa de cuadros, que restringió el rendimiento del juego a 100 fps. Aunque hoy en día Plummer se ríe de esta situación, recordaba lo seria que era Microsoft respecto a cualquier bug que lograra entrar en el producto. Un error significativo que necesitara una corrección en un Service Pack era considerado un tema vergonzoso y delicado para el equipo de desarrollo, un recordatorio de la gran responsabilidad que llevan al crear software.

En conclusión, la historia de Space Cadet 3D Pinball y su famoso bug es un ejemplo interesante de cómo incluso los errores pueden ser parte integral de la cultura de los videojuegos. A pesar de ser una anécdota cómica, refleja la importancia de la calidad en el desarrollo de software y las lecciones aprendidas en el camino. Si bien el juego es ahora una pieza de nostalgia, su legado sigue vivo, y los jugadores todavía pueden disfrutarlo en la actualidad.

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